martes, 30 de diciembre de 2014

La pasión, un sentimiento que se hereda


2014 un año más que termina con luces, sombras, alegrías, penas, logros, frustraciones, éxitos, sueños, desilusiones, esperanzas, desengaños de los buenos y de los otros. Siempre aprendiendo, jamás creyéndose sabérselas todas. El mejor recuerdo y enseñanza de los que nos acompañaron y que, en la línea de combate, cayeron y se fueron de gira a preparar el irrenunciable reencuentro. Y a los otros, los que vienen empujando y ocupando el banco de suplentes, ganando posiciones desde las divisiones inferiores, generando una forma de reemplazos y continuidades. Refuerzos, esfuerzos y dedicación. También inteligencia y, si es posible, una dosis -no importa si es posible alcanzarla, solo vale intentarlo- de esmero y respeto al otro. Dar todo lo que se puede, no guardarse nada. Ser visceral, sin perder la racionalidad. Saber el afecto en la forma que llegue de los que siempre están y nos rodean. Ser generosos y plenos. Ponerle el pecho y el lomo a la vida. Más pasa el tiempo y el vestuario es más esencial: las miradas, los respaldos, las agachadas, los juramentos y promesas, los guiños cómplices, las alegrías compartidas: en definitiva, saber apreciar y disfrutar del arte más pleno, el de la vida. Para todos los que nos acompañan en este espacio mi más auténtico deseo que tengan un ¡Felíz 2015! rodeados de los suyos y que puedan acercarse y darle vida a sus deseos y aspiraciones lo más posible!!!

Foto gentileza Mario Rodríguez Fotografía